DINÁMICA DEL PROYECTO

Nos hemos planteado este proyecto como un trabajo de competencia emocional que ayude a formar a personas más sanas y autónomas, capaces de hacer frente por sí solas a sus problemas y de analizar de forma crítica los sucesos de su vida.

Autores como Daniel Goleman (1996), afirman que "la investigación científica ha demostrado que la autoconciencia, la confianza en uno mismo, la empatía y la gestión más adecuada de las emociones e impulsos perturbadores no sólo mejoran la conducta del niño,  sino que también inciden muy positivamente en su rendimiento académico".

Así, la noción de inteligencia emocional y la idea de que expresar, conocer y encauzar adecuadamente las emociones es necesario y beneficioso, están plenamente aceptadas tanto en niveles de educación primaria como secundaria.

La dinámica que vamos a utilizar para trabajar es simple. Hemos seleccionado una serie de emociones que iremos encadenando. En principio, se trabajarán semanalmente, aunque no descartamos utilizar más tiempo o agruparlas en función de cómo se vayan desarrollando las sesiones.

Un sustento esencial para el proyecto será el libro EMOCIONARIO, de la editorial Palabras Aladas, así como las diversas actividades que nos proponen en relación a éste. No obstante, no será el único material que utilicemos ya que la sencillez y versatilidad de éste, permiten el uso y la propuesta de diferentes tareas para la competencia emocional. De este modo, realizaremos también actividades del tipo:

• Murales para el reconocimiento de emociones.
• Murales de lluvias de ideas.
• Expresión tanto oral como escrita sobre sus emociones.
• Elaboración de dibujos que simbolicen las emociones trabajadas.
• Visualización de cortometrajes relacionados.
• Asociación a piezas musicales que evoquen la emoción.
• Elaboración de nuestro propio diccionario de emociones.
• Caja de emociones, donde cada uno va expresando de algún modo la emoción que siente o ha sentido recientemente.
• Tarro de las buenas noticias, para centrarnos en aspectos positivos de la vida.
• Establecimiento de diálogos, debates, etc.

Una vez trabajada la emoción, escribiremos un post en nuestro blog, contando la experiencia (qué emoción hemos trabajado, si nos ha resultado difícil identificarla en nosotros mismos y en los demás, si han puesto ejemplos de cuándo la han sentido, etc.). Por supuesto animaremos a nuestros alumnos a que participen en la elaboración de este blog, con la redacción de experiencias, comentarios, actividades, etc.

Señalar, que la intensidad con que trabajemos cada emoción dependerá de la respuesta de los alumnos hacia las mismas, su grado de apertura, participación y ganas. Por supuesto, nosotras consideramos todas importantísimas, dado que, además de la comprensión y procesamiento emocional, nos darán pie para mejorar el conocimiento lingüístico de nuestros alumnos, su léxico interno. Recordemos que si el lenguaje nos permite manifestar lo que pensamos o sentimos, entonces desconocer determinadas palabras y su significado limitará en gran medida la gama de lo que podamos manifestar. Incluso es posible que nos limite en nuestra capacidad para comprender lo que pensamos o sentimos. Y es que pensar y hablar, por más que no compartan origen, son dos actividades muy vinculadas. Pretendemos pues dotar a nuestros alumnos de recursos y herramientas para poder expresar y comprender sus propias emociones. Esto les hará más saludables y autónomos en nuestra sociedad.